Y es que en las últimas décadas resulta habitual ver cómo los cracks crean auténticos imperios alrededor de su marca personal, algo que en ocasiones puede resultar un arma de doble filo.
La musculatura del jugador en cuestión, tanto de las piernas como de los brazos, hacía pensar en uno de los grandes cracks de la historia del Barça, Laszy Kubala, que era un auténtico portento ...
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